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Un ron con excelencia venezolana

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Desde uno de los países más resilientes del continente americano, Santa Teresa 1796 recorre el mundo como
uno de los más apasionantes rones premium.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Santa Teresa y su historia se remontan a la hacienda que lleva su nombre y que se fundó en El Consejo, en el estado de Aragua, Venezuela, en 1796. Ahí inició su producción comercial, convirtiéndola en la primera marca venezolana de ron y la segunda productora en tener un registro nacional. A través de los años se ha consolidado como uno de los productores artesanales más sobresalientes y, para 1996, en el marco del aniversario de su fundación número 200, lanza su ron estrella de solera, Santa Teresa 1796. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column offset=”vc_hidden-md vc_hidden-sm vc_hidden-xs”][vc_column_text]Se trata de una exquisita mezcla de tres tipos de rones que conviven gracias al método solera. El primero de ellos alcanza 95 grados de alcohol; el segundo, 75; y el tercero, hasta 83; se añejan cada uno por separado, durante un periodo de cuatro a 35 años, y después se mezclan. Con esta mezcla comienza el método solera, una antigua práctica artesanal en la que los rones pasan por diferentes barricas de roble francés, dispuestas en tres alturas, y sin que ninguna se vacíe por completo. El resultado es un destilado añejo dorado, brillante, perfumado, seco y suave, perfecto para combinar con diferentes sabores de jarabes y frutas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column offset=”vc_hidden-md vc_hidden-sm vc_hidden-xs”][vc_images_carousel images=”216273,216274,216275″ img_size=”970x647px” onclick=”link_no” speed=”3000″ autoplay=”yes” hide_pagination_control=”yes” hide_prev_next_buttons=”yes” wrap=”yes”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”2/3″ offset=”vc_hidden-lg”][vc_images_carousel images=”216273,216274,216275″ img_size=”medium” onclick=”link_no” speed=”3000″ autoplay=”yes” hide_pagination_control=”yes” hide_prev_next_buttons=”yes” wrap=”yes” css=”.vc_custom_1535649913007{margin-left: 10px !important;border-left-width: 10px !important;padding-left: 10px !important;}”][/vc_column][vc_column width=”1/3″ offset=”vc_hidden-lg”][vc_column_text]Se trata de una exquisita mezcla de tres tipos de rones que conviven gracias al método solera. El primero de ellos alcanza 95 grados de alcohol; el segundo, 75; y el tercero, hasta 83; se añejan cada uno por separado, durante un periodo de cuatro a 35 años, y después se mezclan. Con esta mezcla comienza el método solera, una antigua práctica artesanal en la que los rones pasan por diferentes barricas de roble francés, dispuestas en tres alturas, y sin que ninguna se vacíe por completo. El resultado es un destilado añejo dorado, brillante, perfumado, seco y suave, perfecto para combinar con diferentes sabores de jarabes y frutas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En Santa Teresa todos los procesos son manuales y cada botella es única, principalmente porque en la convivencia en barricas se producen reacciones químicas particulares y por el lacrado con cera francesa de color rojo, que hace irrepetible a cada una de las botellas, rematada con una gota de cera. Todo este proceso es liderado por Néstor Ortega, el maestro ronero de la hacienda y ganador del premio a Mejor Maestro Ronero en el Congreso Internacional de Ron en Madrid por dos años consecutivos.

Al realizar una cata para descubrir sus notas y cualidades, lo primero que llama la atención es su color amielado y su cuerpo robusto. En la nariz, los aromas quedan impregnados y ya podemos distinguir la vainilla, la miel y la madera. Mientras que al degustarlo, aparecen fuertes notas a plátano, chocolate y un toque cítrico de naranja; estos sabores no son muy comunes en un ron, pero en Santa Teresa esta mezcla se siente natural, perfecta y delicada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”216286″ img_size=”large” css=”.vc_custom_1535561806668{margin-bottom: 0px !important;border-bottom-width: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1535561776537{margin-top: 0px !important;border-top-width: 0px !important;padding-top: 0px !important;}”]

Alberto Vollmer

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Hacienda Santa Teresa

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”216290″ img_size=”large” css=”.vc_custom_1535562509904{margin-bottom: 0px !important;border-bottom-width: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1535562601119{margin-top: 0px !important;border-top-width: 0px !important;padding-top: 0px !important;}”]

José Luis Gutiérrez, embajador de Santa Teresa

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Además de ser una empresa comprometida con su producto, también lo está con su país. En 2003, Alberto Vollmer, presidente ejecutivo de la marca, decide dar una segunda oportunidad a jóvenes que ante la necesidad, terminaban en bandas criminales. Al primer grupo le ofreció comida, trabajo y vivienda por tres meses, y empezó con 20 miembros de la banda La Placita trabajando para la hacienda. Vollmer, además, los inició en el rugby, un deporte que tiene principios sólidos como la solidaridad y el juego justo. Lo que comenzó como una actividad recreativa se convirtió en una plataforma —Proyecto Alcatraz— para construir relaciones personales fuertes, en la que se trabaja en equipo, se busca la reconciliación y se forma una familia. Es un programa que invierte en la transformación social de Venezuela.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/4″][/vc_column][vc_column width=”1/4″][vc_column_text]

Santa Teresa 1796 es un destilado añejo dorado, brillante, perfumado y seco a la vez, perfecto para combinar con diferentes sabores de jarabes y frutas.

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/4″][vc_single_image image=”216295″ img_size=”large” style=”vc_box_border_circle_2″][/vc_column][vc_column width=”1/4″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Así es como, finalmente, Santa Teresa 1796 está llena de tradición y excelencia. Toda su historia se refleja en cada detalle de su botella: el Cruce de la Palma, uno de los íconos más representativos de la hacienda, una brújula francesa que da dirección en tiempos complicados y la forma de la botella de hombros altos, signos de fortaleza.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row]