[vc_row full_width=”stretch_row_content_no_spaces”][vc_column][vc_single_image image=”216071″ img_size=”1900×700″ alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Un whisky de mente abierta

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column el_class=”extracto”][vc_column_text el_class=”extracto70″]

Con toda la tradición de los destilados de grano escoceses, Dewar’s preserva la filosofía y extravagancia que heredó de sus fundadores. No sorprende, por tanto, que cuando se trata de maridar sus whiskies propongan lo más inesperado.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]¿Qué pensarías si menciono en una misma frase huevos y whisky? La cara de incredulidad con la que uno podría reaccionar ante esta propuesta sui generis de huevos y whisky nos lleva a hablar de la nueva manera de maridar whisky con huevos escoceses, y a través de la tradición de Dewar’s.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Para añadirle más confusión al tema hay que decir que así como el Ángel de la Independencia no es un ángel (sino una diosa) y el gusano de seda no es un gusano (sino una oruga), los huevos escoceses no son escoceses sino ingleses.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Las historias sobre su origen son borrosas y, en general, un motivo de discusión ya que todos quieren ser partícipes de su invención: están los que dicen que se inventaron en 1738 en Fortnum & Mason de Picadilly; otros que los crearon en un restaurante de un pequeño poblado de Yorkshire; algunos hallan los orígenes al norte de África y otros en la India, donde existe un plato llamado nargisi kofta similar a una albóndiga muy especiada que, cuentan, pudo ser importado a Inglaterra por el raj británico y, por ende, después de una larga travesía, bien pudo haber influenciado a los pastes de carne que acostumbraban comer los granjeros de Cornwall. En fin, como haya sido, el huevo escocés —un huevo cocido envuelto en una mezcla de salchicha de cerdo picada y ralladura de pan que luego se fríe en aceite de oliva— terminó por popularizarse en las islas británicas, y por ende Escocia, donde no tendría nada de extraño que naciera esta idea de maridar este plato frío con su destilado más importante.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”216074″ img_size=”970x647px” alignment=”center” css=”.vc_custom_1535759064909{margin-bottom: 0px !important;border-bottom-width: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1535403056776{margin-top: 0px !important;border-top-width: 0px !important;padding-top: 0px !important;}”]

Bruna Scotch Egg

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Todo lo anterior, para Dewar’s, detonó un concepto que de este lado del mundo resultó más que excéntrico: el festival del huevo escocés. Diversas ciudades del mundo —entre ellas, Guadalajara y Ciudad de México— han podido disfrutar del Scotch Egg Fest en el que una selección de chefs de cada urbe realiza su propia interpretación de los huevos escoceses y propone un maridaje con alguna de las etiquetas de Dewar’s. Para la marca, fundada en Escocia en 1846, esta celebración tiene varios niveles: es, por un lado, la presentación de un maridaje natural en sus raíces y, por otro, un homenaje a “el barón del whisky”, como era conocido el carismático Tommy Dewar —hijo del fundador de la marca, John Dewar— quien además de mostrar siempre un gran fervor por el destilado era un apasionado criador de gallinas. Aparte de los homenajes a Escocia y al ADN de la marca, Dewar’s da con el Scotch Egg Fest un paso firme en el mundo de la gastronomía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”216075″ img_size=”large” alignment=”center” css=”.vc_custom_1535565080552{margin-bottom: 0px !important;border-bottom-width: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1535403320655{margin-top: 0px !important;border-top-width: 0px !important;padding-top: 0px !important;}”]

Scotch Egg Fest en Guadalajara

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]No sólo porque los platillos presentados se maridan con sus etiquetas, sino porque fueron creados por una selección de chefs, quienes trabajaron con una receta base. Esto quiere decir que Dewar’s se coloca como un agente que, más allá de las barras de los bares, es capaz también de crear expectativa en las cocinas y en las mesas de los restaurantes. Probar qué chef logró el mejor maridaje de whisky y scotch egg suena a un buen pasatiempo para los foodies de las ciudades en las que este evento —que suele tener unas tres semanas de duración— es presentado.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”216083″ img_size=”large”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”216082″ img_size=”large”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”216085″ img_size=”large”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column offset=”vc_hidden-md vc_hidden-sm vc_hidden-xs”][vc_empty_space height=”30px”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”3/4″ offset=”vc_hidden-md vc_hidden-sm vc_hidden-xs”][vc_empty_space height=”20px”][vc_column_text]

Para esta experiencia, que se vivió en julio y agosto pasado, en Guadalajara y Ciudad de México respectivamente, los chefs invitados cataron las joyas que se producen en Aberfeldy, la destilería de Dewar’s ubicada en la región homónima en Perthshire, Escocia. Comenzaron con los blends: Dewar’s 12 —con notas a miel, manzanas caramelizadas y fudge—, Dewar’s 15 —en el que se perciben miel y toffee—, Dewar’s 18 —que evoca a frutas cubiertas de miel de brezo, maderas, almendras y crema de vainilla— y terminaron con un single malt, Aberfeldy 12 —cuyo cuerpo remite incluso a la textura de la miel que contiene una nota a especias, vanilla y un ligero toque ahumado.

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/4″ offset=”vc_hidden-md vc_hidden-sm vc_hidden-xs”][vc_single_image image=”216086″ img_size=”full” style=”vc_box_border_circle_2″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”3/4″ offset=”vc_hidden-lg”][vc_empty_space height=”20px”][vc_column_text]Para esta experiencia, que se vivió en julio y agosto pasado, en Guadalajara y Ciudad de México respectivamente, los chefs invitados cataron las joyas que se producen en Aberfeldy, la destilería de Dewar’s ubicada en la región homónima en Perthshire, Escocia. Comenzaron con los blends: Dewar’s 12 —con notas a miel, manzanas caramelizadas y fudge—, Dewar’s 15 —en el que se perciben miel y toffee—, Dewar’s 18 —que evoca a frutas cubiertas de miel de brezo, maderas, almendras y crema de vainilla— y terminaron con un single malt, Aberfeldy 12 —cuyo cuerpo remite incluso a la textura de la miel que contiene una nota a especias, vanilla y un ligero toque ahumado.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/4″ offset=”vc_hidden-lg”][vc_single_image image=”216086″ img_size=”full” style=”vc_box_border_circle_2″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”20px”][vc_column_text]Además de descubrir los aromas y sabores que ofrecen cada uno de ellos, todos se adentraron en el proceso de destilación del whisky que en Dewar’s tiene la particularidad de un doble añejamiento: sus whiskies se añejan, se mezclan y se vuelven a añejar para darles mayor suavidad. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”216091″ img_size=”large” alignment=”center” css=”.vc_custom_1535565127012{margin-bottom: 0px !important;border-bottom-width: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1535403226650{margin-top: 0px !important;border-top-width: 0px !important;padding-top: 0px !important;}”]

Jair Correa y Chema Romo formaron parte del Scotch Egg Fest.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Posterior a esta inmersión, cada uno de los chefs presentó su versión de los huevos escoceses, que se mantuvo en el menú de sus respectivos restaurantes durante las semanas que duró el festival. En Guadalajara fueron Chema Romo de M Cocina Creativa, Óscar Garza de Bruna, John Bertrand de Ofelia Bistró y Oscar Segundo y Cynthia Xrysw Ruelas de Colectivo Ajumú, quienes aceptaron el reto del scotch egg. Mientras que en la Ciudad de México, recibieron el llamado Raúl Valencia de Pehüa, Alam Méndez de Pasillo de Humo, Fernando Labra de Market Kitchen, Michael Álvarez de Jacinto y Paz, Pedro Martín de Kaye y Filipe Neves de Can Can.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta manera irreverente de poder degustar las etiquetas de los mejores whiskies con un platillo reinterpretado por algunos de los mejores chefs de México nos invita a recordar y a vivir la manera en la que Tommy Dewar lo hacía: “La mente es como un paracaídas, funciona mejor cuando está abierta”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=”50px”][/vc_column][/vc_row]