"No te metas en problemas" es quizá la frase que cualquier madre o padre de familia le ha recitado alguna vez a sus hijos. Y es que en México, tener conflictos es muy fácil, basta que un periodista diga algo que no le parezca a algún poderoso para perder su trabajo o la vida. Darío Ramírez es una de esas personas a las que les gusta meterse en problemas, pero no de forma gratuita, simplemente, no está satisfecho con el país en el que vive: le indigna la corrupción y la impunidad, y trabaja por hacer la diferencia.
Director de Comunicación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), hasta enero de 2016 presidió la organización no gubernamental (ONG) internacional, Artículo 19. Pero la historia no comenzó ahí, sino en su infancia, cuando lo inscribieron en escuelas activas y conoció a hijos de refugiados. "Mientras quizá otras escuelas iban de campamento, nosotros íbamos a alfabetizar a Hidalgo." Tuvo un paso efímero por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde vivió la discriminación hacia la clase media alta y así se mudó a la Ibero. "Estudié Relaciones Internacionales como un acto de rebeldía, mi papá es abogado, y quizá yo debí estudiar Derecho, finalmente la justicia social es eso, pero no fue así."
El punto de quiebre de su trayectoria profesional llegó junto con la visita a la Ibero de Sadako Ogata, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los refugiados hasta 2001. "Una mujer brillante", cuenta Darío, y confiesa: "las personas más inteligentes que he conocido son mujeres". Al escuchar la charla sobre la situación de los refugiados en el mundo, supo que en ese ámbito estaba su eureka.